Utopías II

Sabré sangrar si me dices que el mundo se quedó sin utopias, que toda nuestra vida es arrastrarse en el barro, que nuestras cadenas nos dejan marcas en las manos.

Sabré decirte que no hay vida bajo las sábanas, sin utopía entre tus piernas...que no hay, que no es la utopía el fin, sino el camino, y el fin es poder dar la mano sin rencor a aquel que me la corto.

Sabré desgastar mi voz cuando te diga con mi única cuerda vocal que no se rompió al repetir a viva voz, estoy vivo, es verdad!, al darme cuenta de que mi vida nunca la encerraran entre rejas y muros casi sin luz.